
Pegarte una ducha con una manguera, al sol, es algo que me encanta.
Quizás porque me trae recuerdos de Formentera, de una casa vieja y sencilla, pero aislada y soleada, con una manguera calentada por el sol en un lateral, y la sonrisa acude sóla.
Quizás por el contraste de agua fresca y solecito.
Hoy este ha sido el fin de fiesta a una tempranica salida con mi amigo Jaime.
Ambos estamos reanudando nuestros trotecicos tras sendas lesiones (aunque de la mía quedan rastros), y disfrutando nuevamente de esta pasión que nos ha unido. Benditos blogs.

Salimos a desayunarnos la correspondiente porra en San Juan.
Y desde allí hacia Orgegia, donde alguien ha abandonado varios VHS junto a un algarrobo. Los estuvo visionando allí y se le olvidaron? Restos de un antiguo videoclub que cerró por apostar por el formato beta? Poco probable. Un marrano como tantos habitan nuestros campos parece lo más posible.
Repasamos la oferta: "La isla de las cabezas cortadas", "Eraser", "La Jungla de Cristal"... clásicos del cine.
No tenemos tiempo para pelis y seguimos con nuestro corto.
Hoy son sólo 17 km en unas dos horicas, que nos terminan de llevar al mirador de Orgegia, descenso por rastros hasta el barranco y de allí a la Albufera.
A Jaime le toca spa del de verdad.
Yo con mi manguera.
1 comentario:
¿A que no sabes qué peli me casqué por la noche?... "Mangueras calientes bajo el sol ardiente de CangKung"... Buen inicio de jornada, buen inicio de mes... Buenoi, muy bueno y más sumado al colofón de ayer
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