Tras DOS SEMANAS SIN CORRER, lo nuestro ha sido un flechazo a primera vista.
La he visto a ella, abandonada en una terraza y rodeada de geranios, y rápidamente he sentido una atracción irresistible.
Creo que ella ha sentido lo mismo que yo, tras meses y meses sin que nadie le hiciera caso. La he acariciado un rato, le he hinchado las gomas y la he montado durante más de una hora hasta que han dejado de rechinarle los cojietes.
Cuando he dejado de nuevo la bici de paseo de mi suegro en su terraza, ya no era la misma. Yo tampoco.
1 comentario:
me alegro que te hayas desvirgado con una que tiene experiencia......
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