Y no he aguantado más.
No estaba planeado.
La idea era hacer algo de bici y pesas en el gym, mañana fisio y a ver qué tal.
Pero tras un comienzo de semana bastante agobiante por motivos laborales y familiares, hoy no me he podido resistir y me he calzado de nuevo las zapas.
Me ido de cabeza al Cabo.
Qué gustazo el atardecer allí. Desde la playa de San Juan, con el sol de frente, sin camiseta, acordándome de mis amigos minimal, olvidándome de mi rodilla, oyendo las olas... ufff. Y corriendo otra vez. Qué verdadero placer.
Hoy necesitaba encontrar un pequeño diamante en el camino. Y vaya si lo he encontrado.
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