Un Ponientazo de narices despierta un día de Reyes bastante atípico.
Los 19 grados que hace a las 7:30 de la mañana no parecen muy normales.
Estos reyes tampoco lo parecen.
Pero se disponen a gozar "magnánimamente".
Aparcamos los camellos en Benicassim, y aunque nos podrían ser de utilidad, puesto que nos vamos a meter de lleno en el Dessert de Les Palmes, decidimos darles descanso tras una larga y mágica noche. Además, no lo sabíamos al principio pero íbamos a tropezarnos con estos dos fantásticos carruajes, dignos de tan magnánimos conductores:
SSMM a bordo de los carruajes reales. |
Y como todo rey quiere un castillo, desde Benicassim lanzamos una ofensiva directa al Castillo de Montornés, desde su falda sur, la más empinada y por tanto menos defendida, con lo que despuntando el sol, la fortaleza es nuestra!
En el Castillo de Montornés. Amanecer de Reyes |
Bartolo en la ventana. Siguiente objetivo |
Desde allí vemos nuestro siguiente objetivo. El BARTOLO.
Buen nombre para un tercer rey majo. Y hacia el monasterio del Dessert enfilamos nuestros pasos, por un precioso sendero de tierra roja, el color de los reyes. Y desde allí, sendero al Coll de la Mola y carenando alcanzamos el Bartolo.
Buen nombre para un tercer rey majo. Y hacia el monasterio del Dessert enfilamos nuestros pasos, por un precioso sendero de tierra roja, el color de los reyes. Y desde allí, sendero al Coll de la Mola y carenando alcanzamos el Bartolo.
La cruz del Bartolo |
El viento nos ha hecho difícil nuestra andadura |
Tenemos que tener mucho cuidado, pues el viento nos azota de lo lindo, llegando a pasar por tramos bastante complicados.
Y así alcanzamos la Ermita de Les Santes. Un lugar muy interesante para perderse un tiempo.
Siguiendo con nuestro cuento, hubiera sido un detalle que en la Ermita, unes santes nos hubieran cocinado deliciosos manjares dignos de reyes, pero el cuento tiene que acabar en algún momento... y la verdad es que nos estaban nada mal las frutas, los croassants y el pan de higo que nos jamamos.
SSMM en la Ermita |
Y desde allí montamos el camino de regreso. Nada más enfilar la subida por la pista, una señal en forma de aspa blanca y amarilla atrae toda nuestra atención.
No son las leyes para los Reyes, pensamos de forma tan poética, y allí que nos enmerdamos.
Pero por poco tiempo, el rastro se convierte en sendero, y el sendero en antigua pista, quizás usada años atrás para repoblar o vete a saber qué.
Unos cuantos escopetazos espolean nuestros pasos (parece que quieren meterse en nuestro cuento). Odio esos ruidos.
Salimos a la pista y coronamos de nuevo el Bartolo. Y como no podía faltar doncella en este cuento, desde allí descendemos por el sendero hasta la Bartola (así es como llaman al centro de Información del parque), y tras fugaz visita, vertiginoso descenso por el barranco y al carruaje.
Así termina esta circular, de unos 20 km y algo más de 1000 positivos. Menuda historia que nos hemos montado, no?.
Es nuestro pequeño regalo.... de Reyes
2 comentarios:
Se han portado bien sus majestades... ¿Habeis sido buenos nueros?
Un dia genial, lluny del consumisme d'aquestes dates, dels centres comercials i de les rebaixes.
Gracies cunyat pel regalet!!
salut i muntanyes
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