A la Bernia sin rodeos

Esta tarde nos hemos escapado un grupo de Nativos hacia la Bernia. En total 4: Javi, Pedro, Jaime y servidor.

Había que evaluar opciones para subir a la Bernia de la forma más directa posible, ya que en Octubre organizamos el KV de Bernia, y no hay que andarse con rodeos para este tipo de carreras. Y ha sido la excusa perfecta para pasar un fantástico rato en la montaña y con estupenda compañía.

Además el planteamiento de la jornada era ideal, de los que a mí me gustan ultimamente, en plan "offTrail". Vamos, que por allí parece que hay un rastro, pues para allá. Al más puro estilo escolánico.

Llevo varias visitas en poco tiempo a la Bernia, cierto. La estoy descubriendo un poco tarde. Pero me está encantando. Tiene tanto. Trotar, trepar, escalar, rapelar, descubrir, compartir, disfrutar, sentir...

Hemos comenzado desde Altea La Vella, desde el Colegio donde probablemente montemos la salida neutralizada, y desde allí hacia la Font del Garroferet, donde un maravilloso ruido de agua brotando por todas partes nos ha embelesado.

Desde allí cruzamos para coger el camí de Les Revoltes, precioso y zigzageante que nos sube al área recreativa.

Una vez allí, comienza lo bueno. Aquí desaparece el plan. El camino marcado que va hacia la cumbre todos lo conocemos. Y hoy buscamos algo más. Miramos hacia la inmensa pared frente a nosotros y le buscamos las cosquillas (sin pasarnos, claro). Elegimos una de las pedreras que parecen descender desde la parte más alta, un poco al norte del portell (Pas del Rellotge) y hacia allá que nos dirigimos siguiendo todos los rastros que podemos.

Las cabras nos han abierto un poco el camino, pero lo justo.

Así nos plantamos en la pared de la cresta, vertical, con la sorpresa de esta cruz, probablemente en recuerdo de otro amante de la montaña.

Pedro y yo nos desviamos entonces hacia el este, por la base de la pared hacia un collado. Pero tras éste sólo hay un gran vacío. Paro a retratarme y volvemos hacia la cordada que han montado los Jotas.

Jaime y Javi han continuado por el origen de la pedrera, donde trepando (3er grado, no creo que haya sido 4º en ningún momento), se alcanza la cresta.

Allí nos detenemos un rato. Han sido algo más de 1000 metros de subida positivos, en poco más de 5-6 km. No está nada mal. Y aunque tenemos claro que casi nada de este trayecto lo vamos a meter en la carrera (hay que ser un poco cabra para disfrutar con esto), no cambiaríamos nada del recorrido que hemos hecho.

Son casi las 17:30 y nos queda poca luz. Así que decidimos no continuar hasta la cima y alcanzar el Portell y desde allí, descenso vertiginoso en línea recta.
En definitiva, una nueva vuelta de rosca a nuestra querida Bernia. Y siguen surgiendo ideas para otras, esta vez con cuerdas. Pero eso ya será otro día.

Os paso el track para quien lo quiera disfrutar (pincha aquí: kabraTrack)