9 de diciembre de 2011

Media Maratón "NoSocks"

Ya de vuelta.
Hoy ha sido un día raro, en el que ha habido que improvisar. Lo cual tampoco está mal, saber adaptarse a las circunstancias.
El plan inicial era muy ambicioso. Niños al cole, pequeñajo con los abuelos, y la jefa y yo a Guadalest para subir al Castellet, barranc de la Canal y alcanzar la Mallá del Llop.
Todo rodado hasta alcanzar punto de partida junto al embalse. Comenzamos la subida, con día demasiado cálido para ser diciembre, pero agradable al fín y al cabo.
Sin embargo y desgraciadamente, una 3er acompañante llamada migraña se une al grupo y empieza a subir con nosotros, y a Raquel le va dando martillazos en la cabeza con cada palpitación, que tal y como estaba la pendiente, era mucha frecuencia, imagino.
San Ibuprofeno de Guadalest
Podría parecer que llevar un neurólogo contigo es lo mejor que te puede pasar si te da una migraña... pues no!. Porque si no lleva encima un ibuprofeno, como era el caso, poco más que las 3R puede hacer. Reposo, un poco de Reiki y Retorno cuesta abajo al punto de partida. La situación se alivia parcialmente. El ibuprofeno comprado en Guadalest y la siesta en el coche terminan de rematar la faena. Otro día será.
Así que después de comer, decido calzarme las zapas pues me he quedado con ganeta. Pero esta vez no me pongo los calcetines. Lo hice por primera vez el otro día en SerraGrosa bajo el consejo de Pez, cuando tras escasos 5 km y con calcetines poco usados, comenzó a molestar en un dedo; y los restantes 10 fueron mejor.
Así que hoy he decidido salir directamente sin ellos (y sin vaselina). A probar.
El recorrido no me ha gustado. Saliendo de Campello he ido como casi siempre a Les Puntes de Gozalvez, pero en vez de volver a casa por la playa, he tirado hacia Bonalba y de allí a Muchamiel, encontrando poca posibilidad de pista/sendero por lo que se me ha hecho aburrido.
Al llegar a casa
En San Juan (16 km) he parado a envaselinarme los deditos pues notaba cositas, pero nada que impidiera correr con comodidad. Ninguna ampolla. No roces importantes. Sensación de que el pie va más fresco, menos sudado, al no tener que vencer la transpiración del calcetín, sólo la de la zapatilla. Sin duda esto hará que la zapatilla tenga que limpiarla con más frecuencia, al sudarla más, y probablemente acabe cogiendo rápidamente un olorcete un tanto mustio. Nada es perfecto.
En definitiva, algo a seguir probando, quizás con vaselina desde el principio y protegiendo los deditos más sensibles con un poquito de esparadrapo.
Ya os contaré.

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