22 de febrero de 2012

k#12: Una tarde de invierno


Correr una tarde de invierno tiene su aquel.
Tiene un encanto especial. Quizás porque son pocas las tardes que lo puedo hacer. Quizás.
O quizás sea por el contraste entre el cielo azul y despejado, la brisa fresca y la roca caliente, que te empuja a despojarte de la camiseta.
O también por cómo son de intensos los colores en esta hora del día, sobretodo el amarillo-marrón de la tierra, el verde de la vegetación, o el azul del cielo.
No sé que es. Quizás lo es todo.
Pero me encantan cada una de estas cosas.

Y esta tarde he podido disfrutar de poco menos de una horita, acercándome a Orgegia y disfrutando de esto y mucho más durante el camino.
Y una cosa que me ha hecho sonreir especialmente. Cuando empezaba la pequeña subida por el barranco del Conejo (aunque algunos dicen que es una rata) hacia el mirador de Orgegia, de las 1450 canciones que llevo en el Mp3 comienza a sonar la BSO de Rocky... jajaja. No he podido evitar torcer el gesto y sonreir, e inevitablemente apretar el ritmo hasta llegar al mirador. Cualquier excusa para sonreir.

1 comentario:

Pez dijo...

:))))))

pd.-Es una rata,....como un conejo de grande