29 de febrero de 2012

CSP 115 desde Torrocelles a Penyagolosa

No me cabe la menor duda de que esta carrera va a ser un éxito.
Y no porque el recorrido, 115 km de perfecta combinación de senderos, colinas y barrancos, salpicado por bellas localidades y finalizando en Penyagolosa, no sea motivo más que suficiente.
Tampoco porque vayamos a salir, a las 6:00 am desde Castellón, varios centenares de corredores, juntos MIM y CSP, al más puro estilo de los grandes eventos.
Sino porque este fín de semana, varios nativos hemos convivido con varios responsables del nacimiento de este proyecto, y hemos podido ver la ilusión y las ganas que están volcando en él. El corredor se va a sentir bien cuidado.

En las siguientes líneas os contaré nuestra experiencia al recorrer los casi 70 km que conforman la 2ª parte de la CSP 115.

Y esta aventura comienza en San Miquel de Torrocelles, precioso enclave al que llegaremos todos los corredores tras más de 40 km. 
Enmedio de este recinto hay un centenario olivo que seguro se llevará más de un abrazo (ya lleva varios). Desde Alicante hemos llegado 3 nativos (David, Pedro y servidor) y tendremos la suerte de estar en todo el recorrido acompañado por Tico, infatigable corredor y ahora, además, dedicando su tiempo libre para que los demás podamos disfrutar de eventos como éste. Gracias Tico.
Salimos de Torrocelles y tenemos por delante un tramo corto hasta Atzeneta. Son 7 km de sendero y pista, con poca subida, atravesando masías y finalmente el barranc del Mangranar. Pasamos junto a una granja porcina donde se está celebrando una matanza, quizás falte algún permiso puesto que no nos dejan hacer fotos, pero yo no puedo evitar sonreir con los recuerdos infantiles de las matanzas, evento familiar que nos aglutinaba un domingo al año en la granja de mis padres a tios, abuelos, primos... Qué tiempos.
Alcanzamos el riu Montlleó
Abandonamos Atzeneta y seguimos ahora por un tramo de pista de varios km, cruzamos el cementerio, el más de Jaume, la rambla de Benafigos y finalmente alcanzamos el riu Montlleó (su cauce seco) que lo seguimos unos pocos metros hacia arriba, para abadonarlo por un bello sendero marcado en su otra vereda.
El recorrido cambia, a mejor. Dejamos la pista por el sendero, poco a poco ganamos altura, y nos rodeamos de pino que nos cobija con su sombra, aunque hay que estar muy al tanto con la procesionaria, puesto que están plagados.
Almuerzo en Molins


Y así alcanzamos Molins. Aquí nos detenemos a almorzar, junto a estas fantásticas ruinas, que nos permiten investigar un poco en lo que era la vida rural de nuestros antepasados. Barritas, gominolas con cafeina... Qué diferente almuerzo al que aquí se pegarían tras una buena jornada de tajo. Yo no puedo evitar sacar mi bocata de atún con tomate, del que doy cuenta en pocos minutos.


Y seguimos el camino, que tras un breve descenso, comienza a picar constantemente hacia arriba, por un recorrido cada vez más bello. Vamos cruzando por grupos de masías abandonadas, viejos pozos de agua, ya secos, ganando altura progresivamente .
De Molins hacia Culla.
Vistabella y Penyagolosa detrás. Varias veces ampliado.



Durante esta subida podemos disfrutar de una de las imágenes más impactantes y demoledoras del ultra.

A nuestra derecha, a lo lejos, podemos ver en primer término la población de Vistabella, y varios kilómetros por detrás, el pico de Penyagolosa, ambos, objetivos que tendremos que hollar pero que tendrán que esperar.
Pero intentamos que no nos afecte demasiado al ánimo este baño de realidad y seguimos la marxeta.


Culla: bonito pueblo y mejor compañía.


Continuamos ascendiendo hasta que vemos, en lo alto de una colina, las primeras casas de la población de Culla.

Estamos a 1058 metros de altura, son las 2 del mediodia, y paramos a comer, rodeados de buena compañía.


Nos hubiera encantado café, copa, puro, siesta y lo que se hubiera terciado, pero quedaba recorrido para la tarde, así que levamos anclas.


Descendemos por una pista que nos introduce por un lateral del barranco de la Peña del Cuervo y que abandonamos por un sendero a derecha (habrá que estar atento en este punto) para alcanzar el mas de Lalar, donde se inicia un fuerte descenso, no muy técnico hasta nuevamente el riu Montlleó. Lo cruzamos y en seguida tiramos nuevamente hacia arriba, no muy dura pero constante, que se suaviza en unos preciosos prados en la cota de los 800 metros, salpicados por antiguas pero hermosas masías.
La belleza y la dureza del recorrido se hacen patentes.


Ermita de San Bartolomé
 Seguimos un poco más y alcanzamos la Ermita de San Bartolomé, otro fantástico enclave donde se montará avituallamiento en la carrera, y donde nosotros también lo tuvimos, gracias a Rubén y Alberto. 
Nos entretenemos un buen rato en descubrir lo que podemos de este bello rincón. Y vaya si encontramos cosas. Sin ir más lejos, bajo el pequeño pórtico que tiene la ermita, podemos encontrar preciosos fósiles de caracolas incrustados en el suelo. Otra de las maravillas que se esconden en abandonados rincones.

Pero tenemos que seguir. Nos detendríamos mucho más en cada uno de estos parajes que estamos descubriendo de la mano de nuestros anfitriones, pero hay que continuar. El recorrido nos lleva ahora, en contínuo y suave ascenso tras pasar el barranc de l'Aigua, por diferentes masías donde podemos seguir descubriendo y disfrutando. Pastores de ganado, buscadores de trufas, árboles centenarios, masías abandonadas con bellas vistas... Todo merece su momento.


 Y con los últimos rayos de sol de este fabuloso sábado, tras 45 km de recorrido que nos han traido desde Torrocelles, tras salvar un pequeño collado nos encontramos de repente frente al pueblo de Vistabella, aquel que muchos km atrás veíamos tan lejos en el horizonte, ahora está frente a nosotros. Es como un regalo inesperado, pues no lo ves hasta que alcanzas el collado. Sin duda este será un gran regalo para los corredores. Nuestra sonrisa es insondable. Estamos cansados de la jornada y deseamos un descanso.

Ultimos rayos que iluminan nuestras sonrisas al llegar a Vistabella
 Hoy nosotros tenemos la fortuna de poder tomarnos con tranquilidad este recorrido y hacer noche en esta población. El día de la carrera tendremos que pasar de largo. Nos duchamos, cenamos con Rubén y sus amigos de Vistabella, que nos hicieron sentirnos como en casa, y a descansar.
8:30 am. Salimos de Vistabella
A la mañana siguiente, puntual está Tico en la plaza del pueblo a las 8:30. Y salimos.


Aunque nos han avisado, nos cuesta creerlo, pero el recorrido que nos queda para el domingo, poco más de 20 km hasta San Joan de Penyagolosa, va a ganar y mucho en belleza. 
Además, grandes manchas de nieve, cada vez más extensas conforme alcanzamos la ombria de Penyagolosa, van convirtiendo esta parte de la CSP 115 en algo excepcional. 
Será una pena pasar de noche por estos parajes... pero también tiene que ser impagable ver amanecer en el Penyagolosa.
Descendemos hacia Xodos. A la derecha Penyagolosa.
Subimos primero por una bonita senda empedrada hacia el mas del Collet y luego, por una pista, a través de un bosque de pinos. Tras salir de él nos encontraremos brevemente con otra bella estampa. No hay que ir muy rápido porque te la pierdes. Abajo a la izquierda, Xodos, nuestro más inmediato objetivo al que llegaremos por un técnico descenso, y la izquierda, Penyagolosa, que todavía tiene que esperar y al que llegaremos tras dar un rodeo.

Aproximación a Penyagolosa.

Desde Xodos continuaremos ascendiendo. Rodearemos Penyagolosa por su cara sur, aproximándonos por el collado. Aquí en la pista del Remolcador nos encontraremos nuevamente con Rubén que nos facilitará un último avituallamiento (del que por cierto no dejamos ni las migas).
Y último ataque. Tras bordear una colina, nos topamos de frente con la maravillosa pared anaranjada tan deseada. Si me hizo ilusión verla hoy, no me quiero imaginar cuando llevemos más de 100 km, se nos van a poner los pelos como escarpias.
Rodeamos esta cara sur, y entre grandes manchas de nieve, comenzamos la última subida, hacia el nevero. Quizás en la carrera no sea la última. Los organizadores están intentando conseguir el permiso para hacer cima (sumaría unos 300 m positivos más). Ojalá lo consigan, sería un fin de fiesta perfecto para un gran ultra trail.
Desde aquí ya sólo nos queda un pequeño descenso hasta San Joan de Penyagolosa para acabar este primer CSP 115.
Ahí es ná la fiesta!

PD:
Gracias a Tico, Rubén y al resto de compañeros de Vistabella por hacernos disfrutar tanto con estos 70 km de ultratrail. 
Nos vemos en Mayo.

Gracias a David y a Pedro, compañeros incombustibles, que haceis tan fáciles los kilómetros.

Mapa del recorrido.
Track del recorrido (.gpx): pincha aquí.

1 comentario:

antonio dieguez dijo...

Que chulo, Michel.
Vais a disfrutar un monton. Ojala algun dia pueda hacer yo algo asi.
Un abrazo.