15 de julio de 2013

Slow RUN, a big FUN

Sin pretender que sea una disculpa, hacía tiempo que no aparecía por el blog.
Las lesiones persisten y diferentes altibajos me tienen bastante alejado del nombre que titula este blog.
Pero este sábado ha habido una perfecta alineación de astros que, aún no curando las lesiones del cuerpo, han lubricado otras juntas tiempo oxidadas.

Así un trotecito casi imprevisto con Andreu, se convierte en un gran reencuentro en la cima de Serragrossa (siempre Serragros), con Pez y otros compañeros.

Desde allí no hay otro destino posible.
Baño bautismal en nuestra cala. Cuanto tiempo!

Y cuando regresábamos, el maestro. Jaime, recién despertado por una furtiva llamada desde la cala,  y cuya alma ya no era capaz de regresar al sueño. Allí aparece sonriente.
Pues ala, otro baño. Como no!

Y finalmente, se nos unen en el desayuno Álvaro y Elías, para terminar de poner en marcha una sabática mañana. 

Qué ganas de volver!


3 de junio de 2013

Cabeço d'Or. Cualquier cosa menos trail

Ultimamente, siempre que quedamos Alvaro, Jaime y yo para correr, la coas tiene peligro. Cada vez nos apetece más pisar nuevas trochas, abrir nuevos caminos, llegar a sitios desconocidos.
Y así nos pasó el otro domingo en el Cabeço.
Alvaro con sus FiveFingers estaba preparado para cualquier cosa.
Así que iniciamos la subida dirección a la zona de escalada por Racó Caldera, una vaginal y preciosa brecha en la pared, de color anaranjada, que escondía interesantes rincones y ofrecía bellas vistas al que se atreviera a arrimarse.




Destrepamos al llegar al final de la brecha y comprobar que mejor idea era no seguir. Varias mochilas, cuerdas y cascos de escaladores están por allí al resguardo. Las dejamos donde están. Pero también pensamos que algunos se podrían llevar restos de aparataje que para montar algunas vías se han dejado por allí tirados (como un trozo de silla)



Y seguimos por el sendero hacia arriba, pero no por mucho tiempo. La roca nos atrae. Las masivas piedras, cual fuerza gravitacional, nos obliga a salirnos del camino marcado, y casi sin darnos cuenta nos encontramos de nuevo trepando, agarrándonos a la roca con pies y manos, abrazándonos a ella, dejando que nos lleve hasta arriba.
Y hasta allí llegamos.
Trotando menos. Disfrutando igual.
Gracias amigos.

12 de mayo de 2013

9 de mayo de 2013

Pierdes una cuerda pero ganas un amigo




Rizos, Jaime, Pedro y el que escribe. Con las sonrisas que siempre deben están presentes tras una tarde de disfrute en contacto con la madre naturaleza.
Pero en esta ocasión hay letra pequeña.
Aunque todos los que disfrutamos de la montaña lo sabemos, o deberíamos saber, a la naturaleza siempre hay que tenerle respeto. Siempre lucharás en inferioridad de condiciones. Nunca hay que subestimarla. Siempre hay que pensar en las peores condiciones posibles. Llevar el material apropiado y saber cómo tienes que reaccionar cuando las circunstancias se vuelvan en tu contra. Esto te dará siempre una oportunidad. De lo contrario sólo disfrutarás cuando las condiones te sean favorables. Estarás expuesto siempre.
Y gracias quizás a estas precauciones, principalmente aportadas ayer por nuestro especialista Rizos, hoy contamos la aventura de esta manera. En otras ocasiones se ha contado de otra.

Ayer corría mucha agua en el barranco de Bolulla. En el Algar, a su salida tras la Poza Reina, el indicador de nivel marcaba 80. Según los entendidos es mucho.
Un barranco apacible, con dos sencillos rápeles y que otras ocasiones lo hemos pasado en poco más de media hora, ayer tardamos más de dos horas en salir.
Salimos con una cuerda menos, con algún susto y con muchos golpes.
Pero salimos 4 amigos. Los que entramos.

Habrá que estar atentos a las fotos/vídeo del mestre Jaime y su inseparable cámara. Nos dará una idea de lo que corría allí dentro.